martes, 16 de noviembre de 2010

Fracaso del Comité de Conciliación en las negociaciones sobre el presupuesto de la UE para 2011


A pesar de los esfuerzos realizados por las partes involucradas y la convergencia en las cifras del presupuesto de la Unión para 2011 así como otros asuntos relacionados, Consejo y Parlamento Europeo no ha llegado a un acuerdo en el Comité de Conciliación sobre el conjunto del paquete de negociación. Ahora, la Comisión tendrá que proponer un nuevo proyecto de presupuesto y, en caso de no alcanzarse un acuerdo a principios de 2011, la Unión debería funcionar bajo un régimen de doceavas partes provisionales.
La primera aplicación del nuevo procedimiento presupuestario anual establecido por el Tratado de Lisboa, que sitúa al Consejo y al Parlamento Europeo al mismo nivel en la adopción del presupuesto, parece haber provocado un estancamiento que podría dar lugar al funcionamiento en régimen de “doceavas partes provisionales”. Los debates en el Comité de Conciliación, que han discurrido en el marco de las posiciones del Consejo y del Parlamento Europeo votadas el 12 de agosto y 20 de octubre respectivamente, comenzaron el 27 de octubre y tras el plazo de 21 días impuesta por el procedimiento presupuestario, no han desembocado en un acuerdo.
A reserva de un acuerdo general, el Consejo y el Parlamento Europeo acordaron en principio limitar el importe total de los pagos en el presupuesto de la Unión para 2011 situando el incremento en un 2,91% más en comparación con 2010, y que corresponde al 1,01% del Ingreso Nacional Bruto (RNB) de la UE. El Parlamento Europeo, sin embargo, insistió en vincular los debates sobre el presupuesto de 2011 a la cuestión de la flexibilidad para la revisión del marco financiero plurianual y la forma en la que se inlcuiría al Parlamento en las negociaciones sobre el próximo marco financiero plurianual.
El equipo negociador del Parlamento, encabezado por el presidente Jerzy Buzek, reiteró su voluntad de limitar el aumento de los pagos en 2011 a 2,91%, mientras que ya se había recortado los compromisos (que determinan los pagos futuros) al 1%. Sin embargo, reiteró también su deseo de iniciar conversaciones acerca de cómo el Parlamento puede participar en una revisión del sistema de financiación del presupuesto comunitario con el fin de hacerlo menos propenso a las crisis, destacando que éste es un elemento previsto en el Tratado de Lisboa.
Los europarlamentarios declararon que dado el fracaso en el Consejo de Ministros, será ahora la responsabilidad de los Jefes de Estado o de Gobierno de la Unión abordar el tema y llegar a un acuerdo con el Parlamento antes de que finalice el año.

Las consecuencias de no aprobar el presupuesto: las “doceavas partes provisionales”

El periodo de 21 días previsto para la conciliación por el Tratado de Lisboa ha caducado, por lo que la Comisión deberá formular una nueva propuesta, de conformidad con el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). En el caso de que a principios de 2011 el presupuesto no esté aprobado, se podrá gastar cada mes una suma equivalente a no más de una doceava parte de los créditos presupuestarios para el año 2010 en cualquier otro capítulo del presupuesto, siempre y cuando esta cantidad no exceda la doceava parte de los créditos previstos en el mismo capítulo del proyecto de presupuesto propuesto por la Comisión
El mecanismo denominado de doceavas partes provisionales puede tener algunas consecuencias importantes. Podría afectar a proyectos como el Servicio Europeo de Acción Exterior así como a las tres nuevas autoridades de supervisión financiera. También podría representar un revés para el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER), ya que sin un acuerdo global no será posible canalizar la financiación adicional necesaria  a través de una revisión del marco financiero plurianual.
La aplicación de las doceavas partes provisionales también correría el riesgo de socavar los planes para aumentar el gasto en ciertas áreas como la política de cohesión y en cuestiones prioritarias como los jóvenes, la movilidad y la educación. También pondría un interrogante sobre el reembolso de los gastos de una parte de las ayudas directas a los agricultores y la movilización del Fondo de Solidaridad de la UE y el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización.

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