jueves, 18 de noviembre de 2010

El Gobierno de Irlanda acepta la ayuda de la UE y el FMI para sus bancos

El ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, ha revelado hoy que su Gobierno aceptaría la creación de un "fondo de contingencia" para la banca nacional tras la visita a Dublín de la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE). Las declaraciones que ha realizado el ministro en el Parlamento irlandés suponen otro paso más para activar el mecanismo de emergencia y el signo más claro hasta el momento de que acabarán pidiendo la puesta en marcha de un plan de rescate sobre el que ya están trabajando las partes implicadas. Además, según confirmó ayer Bruselas, no le saldrá gratis a Dublín.


Según ha adelantado hoy el Banco de Irlanda, que al igual que Bruselas da por hecho que el país acabará solicitando formalmente la ayuda en una semana o dos como máximo, pasan por una inyección de "decenas de miles de millones" para garantizar la supervivencia de sus bancos, ya nacionalizados. Su gobernador, Patrick Honohan, ha apuntado que este dinero, prestado con un interés del 5% idéntico al que paga Grecia, podría usarse como un "fondo de contingencia" con el que mostrar al mercado que no hay problemas de liquidez, aunque esos fondos no se utilicen.
En los mercados, por su parte, los inversores están dando un segundo día de tregua a los bonos emitidos por Dublín, así como al resto de países con riesgo de contagio como Portugal, que en su caso acumula tres días de mejora. También se están recuperando las Bolsas, que en Europa están aumentando las ganancias de ayer.


A lo largo del Consejo de ministros de Economía de los Veintisiete celebrado ayer en Bruselas se redoblaron las sugerencias, mensajes y recomendaciones para que Dublín solicite cuanto antes la ayuda para no contaminar a otros países, especialmente a Portugal, y evitar que el retraso encarezca su factura. "Creo que no se llegará a salir de esta situación sin tener una ayuda europea", indicó ayer Didier Reynders, ministro de Finanzas de Bélgica, que ostenta la presidencia de turno de la Unión. El Gobierno irlandés se ha mostrado receloso a solicitar la ayuda por temor a dar una imagen de impotencia que le perjudique en las elecciones el próximo 25 de noviembre.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, insistió ayer en que "la situación de Irlanda es muy, muy seria y no hay tiempo que perder". Rehn precisó que "el programa de ayuda establecerá condiciones fiscales y económicas". Irlanda precisa fondos para devolver los depósitos a los clientes de sus bancos en crisis que tendrá que reestructurar o liquidar directamente. Una de las condiciones que exigirán la UE y el FMI es la presentación de un programa de ajuste que implicará una subida de impuestos. En Bruselas ya sentó muy mal la decisión unilateral de Dublín de garantizar el 100% de los depósitos bancarios al principio de la crisis en septiembre de 2008, poco después del derrumbe del banco estadounidense Lehman Brothers, una medida que ha vuelto a garantizar hoy Lenihan.

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